sábado, 14 de febrero de 2009

FRANCISCO ALBERTO CAMANO.


Francisco Alberto Caamaño Deñó (nació 11 de junio 1932 – murió 16 de febrero 1973) fue militar y héroe dominicano que ocupó la presidencia de la República Dominicana en abril de 1965. Fue hijo del General Fausto Caamaño Medina, fallecido en 1986.Su padre era un prominente militar durante la dictadura del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, y llegó a recibir las más altas condecoraciones del Régimen, ostentanto, incluso, el cargo de Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas (Ministro de Defensa) desde 1952 a 1955. La familia de su padre es originaria del municipio de San Juan de la Maguana, lo que revela que en su árbol genealógico constan otras personalidades militares como Plutarco Medina (1889-1983), conocido por su enorme descendencia, y otros como Jorge Casimiro Fernández Medina, que fue un destacado teniente coronel del Ejército Nacional. Gracias a la influencia de su acentuada parentela militar, Francisco Alberto se destacó en una eficiente y esmerada vocación de servicio a las instituciones castrenses de su patria, ingresando muy joven a la Marina de Guerra Dominicana, donde se graduó de alférez y avanzó rápido en el escalafón militar. Durante los últimos años de la Era de Trujillo, Caamaño comandó el Cuerpo de Cascos Blancos de la Policía Nacional.

Papel en la Revolución de Abril de 1965 [editar]
Véase también: Guerra civil en la República Dominicana de 1965
Caamaño decide combatir al Triunvirato; desde Puerto Rico el profesor Juan Bosch, delega sus derechos constitucionales a Caamaño y el Congreso se reúne en emergencia para proclamarlo como presidente constitucional de la República, luego del derrocamiento del profesor Juan Bosch, ocurrido el 25 de septiembre de 1963. Con el estallido de la Revolución de Abril y luego de la muerte de su amigo, el también coronel Rafael Fernández Domínguez, en 1965, Caamaño toma parte protagónica en los movimientos revolucionarios y fue proclamado Presidente de la República por el Congreso Nacional en 1965, en plenos combates. Ante la inminente invasion estadounidense con el pretexto de proteger vidas y bienes de ciudadanos estadounidenses, y la llegada de la 82 división aerotransportada de la Armada de los Estados Unidos, con 42 mil marines, Caamaño se traslada a la embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo para pedir la no intervención de esa nación y negociar la paz, la respuesta que recibe del embajador es que Camaño no está en calidad de negociar, si no de rendise, éste a su vez le contesta de la siguiente manera: "Pues permítame decirle que no nos rendiremos y que lucharemos hasta el final".


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